domingo, 5 de febrero de 2012

EL ESTRÉS

EL ESTRÉS
El estrés es una reacción natural para afrontar mejor las amenazas y los desafíos. El problema es que, sostenido durante mucho tiempo, afecta a la salud. Dar y recibir cariño se perfila como mejor manera de contrarrestar sus efectos negativos: hablarse, abrazarse, compartir placer…son generadores de oxitocina, la hormona que puede ser antídoto del estrés.
La situación de estrés sostenido, se producen lesiones en la zona del hipotálamo y, además, se estimula la secreción continuada de cortisol. Castigados por el exceso de adrenalina, favorece las alteraciones cardiacas – como la hipertensión arterial- o el infarto. Además, el exceso de cortisol genera glucosa y acaba produciendo diabetes – sobre todo si tenemos sobrepeso-, suprime la inmunidad – predispone a infecciones- y, para terminar de arreglarlo, provoca depresión y ansiedad, pérdida de memoria e insomnio.
En la naturaleza en general – y en el cuerpo humano en particular- suele haber siempre mecanismos que funcionan de manera paralela y que se compensan unos con otros. Así, cuando hay una alteración, enseguida se pone en marcha un sistema contrario para volver al equilibrio. Una de las sustancias con función “reequilibrante ” en el cerebro es la oxitocina que se produce en la hipófesis, una zona del cerebro esencialmente para el equilibrio hormonal.
Se ha observado, por ejemplo, que un buen masaje, hacer el amor, un baño tibio y unas cuantas actividades placenteras más se asocian a un incremento de la oxitocina circulante. Pero, además, este auge de la oxitocina incrementa la confianza, reduce la ansiedad y evita la respuesta del “estrés”. Es decir, la oxitocina no solo puede reequilibrar nuestro organismo sino que es capaz de “protegerlo”.
En primer lugar, busquemos y demos oxitocina. Somos una especie gregaria, social, de manera que nos sentimos bien cuando estamos con otras personas porque eso nos permite conservar, nos suele hacer reír, nos permite seducir y sentirnos seducidos. Conversar, reír, tocar y abrazar aumenta la oxitocina; no lo desaprovechemos. No olvidemos tampoco que reforzar la relación con nuestra pareja, jugar, darnos masajes o potenciar las relaciones sexuales de calidad son una fuerza inagotable de oxitocina que nos permitirá rebajar la ansiedad, relativizar los problemas y responder de una manera menos apresurada y, por tanto, más óptima.
El ejercicio físico también se asocia con la producción de una buena cantidad de endorfinas, especialmente cuando hacemos ejercicios de una manera más o menos continuada.
Buena parte de la respuesta tóxica del estrés crónico se debe a que imaginamos qué pasará y a que nos preparamos frente a eso que imaginamos. Para acostumbrarnos a ser conscientes de la realidad, lo mejor es centrarnos en vivir en el presente. No debemos olvidar que el pasado pasó, y que el futuro ya llegará. Si nos fijamos, cada instante tiene muchas dimensiones, aprovechémoslas. Gran parte de la sensación de estrés surge de la anticipación innecesaria; así pues, dejémonos fluir, seamos flexibles. Aprendamos a ser conscientes de las múltiples dimensiones de lo que está sucediendo ahora. Hagamos lo que más nos plazca: caminemos, corramos, meditemos o toquemos la guitarra… Tanto da: es nuestro espacio. Y concentrémonos en ello. Seguro que son cosas que, de un modo u otro, aumentarán la secreción de oxitocina. No nos dejemos estresar por el estrés, viviremos y nos encontraremos mejor.
ALBERT FIGUERAS. Revista. Mente Sana

1 comentario:

Gran Canaria para disfrutar dijo...

Hola Emi, es muy interesante, gracias, otra cosa buena para contrarestar el estrés es practicar aikido, se lo recomiendo a tus lectores, prueben y verán, un saludo
Carina