DUALIDAD DE NUESTRO
MUNDO
La humanidad vive en la
dualidad, hoy nos toca vivir en la balanza de épocas más oscuras, problemas
que afectan a casi toda la vida humana en la tierra, vamos de bandazos hacia
los extremos, es el yin y el yang… Hemos estado siguiendo inconscientemente,
hacia el lado que creíamos el Bien, deseándolo con fervor, pues nos llenaba la
palabra democracia, el bien de la sociedad, educación, respeto, tecnología… Era
también muy superficial, problemas como siempre, inestable, sin resolver. Todo
hacía muchas aguas con muchas inconsecuencias.
Ahora nos vemos
encaminados, arrastrados al otro extremo de gravedad, donde aparecen los lobos
y peligros, extremos de manipulación, dominio, recortes, pérdida de valores, de
pertenencias, de cambios que no queríamos y se nos imponen sin medida. Las
creencias, valores que creíamos importantes quedan en entredicho. Habíamos
olvidado cosas muy importantes en otros niveles de la persona. El ser humano es
mucho más importante como para reducirle a lo físico, tiene una mente y es
principalmente espíritu.
El bien y el mal
es algo que en este mundo dual creamos constantemente, medimos las cosas por
los extremos, enfrentándonos siempre a estas fuerzas. No trabajamos lo
suficiente en la búsqueda y construcción del justo medio, ni valoramos otras
perspectivas superiores, es en el esfuerzo que debemos empeñarnos, ser seres
espirituales evolucionando a etapas superores.
La verdad es una y
única, lo demás son ilimitados disfraces como el miedo, temor, enfermedad,
engaño, así hasta no terminar que es generado por nuestra mente, el yo, el ego
siempre dispuesto a crear problemas, fraccionar. Todas esas caretas,
personalidad que nos creamos en el mundo que vivimos. Construimos continuamente
nuestros apegos, dioses sin creer en nosotros mismos no nos conocemos y no tratamos
de llegar a lo que realmente somos no solo físico, sino mente, espíritu con un
gran poder y potencia. Estamos siempre fuera de nosotros, proyectando todo lo
que nos satisface y nos gusta de las cosas donde ponemos nuestro poder y
confundiéndonos en lo que realmente soy, no nos implicamos en el conocimiento
en averiguar lo que a veces nos está llamando porque no queremos oír
manteniéndonos en la incredulidad y falsos caminos que no nos dan la felicidad.
Nuestro camino
está en vernos completos no solo en lo físico, no sabemos ver más ni queremos,
tenemos la mental pegada únicamente a esta percepción, debemos elevar nuestra
mente a otros planos de energía con pensamientos más elevados, sin olvidar
nuestra esencia espiritual que es la que nos mantiene en la vida, maneja el
cuerpo, nos guía, pero depende de nuestra elección.
Normalmente no queremos saber nada de ello. La vida nos lo está advirtiendo en cada
paso o momento con problemas, enfermedades, virus para salir de ese hipnotismo
e inconsciencia.
Las personas que trabajan y se empeñan en su conocimiento, buscan ser conscientes
estando despiertos, valorando la esencia espiritual interpretan el mundo y las
cosas desde otra perspectiva, valoran, fluyen y viven el momento presente, la
Presencia, la Vida, ese Ser en los que todos nos encontramos. Saben de qué va
todo esto o por lo menos lo saben interpretar no afectándoles tanto los hechos
que suceden porque van alcanzando ciertas verdades y van siendo más libres,
pues no hay libertad sin conocimiento…
5/05/2020. Emic
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